Autobiografía

Hola mi nombre es Alejandro Soberanis Garfias, estoy estudiando la Maestría en Ciencias de la Educación, por que quiero aprender a enseñar a parir de bases teóricas. También quiero comprender la situación actual de la educación en México y proponer alternativas coherentes con las necesidades locales y nacionales.

Nací en Coatzacoalcos, pero me he desarrollado principalmente en Cosoleacaque y Minatitlán. Me considero una persona reservada, pero responsable, soy autocritico y autodidacta, creo en el compromiso y el esfuerzo. Crecí bajo la idea de que un mundo utópico es posible en la medida que todos pongamos de nuestra parte, pero lo fundamental es creer en nosotros mismos.

Durante mi formación secundaria desarrolle un gusto especial por las matemáticas y la electrónica. Estudié en un CETis, lo que me permitió tener una formación como técnico instrumentista y conocer las bases de la electrónica. Realicé mi formación profesional como Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica en el IPN en la Ciudad de México, donde desarrolle el gusto por la electrónica digital, por lo que me especialice en electrónica.

Al terminar mis estudios universitarios me interesó conocer la industria petroquímica, por lo que realice prácticas profesionales en el Complejo Petroquímico de Cosoleacaque, en el área de instrumentación, sin embargo, me tocó una época en que el complejo estaba prácticamente fuera de servicio. A pesar de ello tuve la oportunidad de observar las instalaciones, acompañar en algunas ordenes de mantenimientos y conocer el funcionamiento general de una planta.

Al terminar las practicas monte un ciber (café internet) con la finalidad de echar andar una pequeña red de ordenadores, quise acercar la tecnología a mi comunidad y compartir un poco de lo que había aprendido. Tiempo después me incorporé al posgrado de la Maestría en Ingeniería Electrónica que ofrece el Instituto Tecnológico de Minatitlán, con la finalidad de desarrollar habilidades para participar en proyectos de investigación. Sin embargo, en aquel tiempo no había una vinculación entre la industria y el posgrado en ese instituto, por lo que los proyectos eran prácticamente académicos.

Al finalizar mis materias de la maestría, tuve el gusto de participar en algunas ponencias para mostrar el trabajo de investigación, innovación y desarrollo tecnológico, correspondiente a mi proyecto de tesis. Antes de concluir con la revisión final y obtener el grado, recibí una invitación para colaborar con una compañía de calibración de patines de medición en un par de proyectos, por lo que pedí prorroga en la maestría y suspendí actividades en el ciber.

Trabajar para una empresa con el perfil de ingeniero electrónico, me permitió poner en práctica conocimientos y habilidades y aplicar principios éticos y de responsabilidades. Al terminar mi contrato, continué con mi proyecto de tesis del posgrado, lo que me permitió obtener el grado de Maestro en Ingeniería Electrónica.

Terminando la maestría, hubo algunas propuestas laborales, pero no se concretaron, así que aproveché para atender asuntos personales, retomé el control del ciber y poco a poco me fui enrolando en dar asesoría a jóvenes y niños. Trabajé como comerciante, lo que me dio flexibilidad y el tiempo para desarrollar proyectos y prototipos personales.

Con el tiempo me empecé a enfocar en la robótica educativa, porque me gustó la idea de combinar las matemáticas, la programación y la electrónica para estimular el pensamiento lógico y la metacognición en niños y adolescentes, creo que hay una manera de hacer divertida la educación matemática. Realicé algunos talleres de electrónica y robótica, donde tuve el gusto de trabajar con niños de primaria y secundaria.

Por azares del destino tuve la oportunidad de cubrir a un docente de matemáticas en una secundaria general, por un breve tiempo, pero el suficiente para despertar la inquietud de dar clases de manera profesional. Con la pandemia Covid-19, tuve que suspender los proyectos de electrónica y robótica y como alternativa para seguir aprendiendo el arte de enseñar apoyé de manera semipresencial a una secundaria de una comunidad por medio del servicio voluntario de CONAFE.

Esta última experiencia me permitió comprender que instruir, es más que compartir conocimientos, hay que tener una vocación natural para enseñar, hay que motivar día a día a los estudiantes para que comprendan, afiancen los conocimientos y el aprendizaje se desarrolle de la mejor manera, para alcanzar los objetivos de cada asignatura.

Consciente de que tengo una formación técnica, se que no tengo muchas habilidades pedagógicas, el humanismo y lo social desde el punto de vista teórico no es mi fuerte, por ello estoy aprendiendo del programa de la Maestría en Ciencias de la Educación las bases teóricas que me ayuden a fortalecer técnicas, métodos, estrategias y principalmente habilidades para fundamentar propuestas didáctica que me conduzcan  a diseñar cursos innovadores.

Ser actualmente estudiante de la Maestría en Ciencias de la Educación de la UGM, me ha permitido darle nombre a esas inquietudes que había tenido al formar talleres, me ha permitido entender mejor las necesidades de quien busca el apoyo de un docente fuera del aula, he podido comprender la importancia de planear una instrucción, de establecer objetivos más claros y acorde al contexto, pero principalmente en poner atención a los intereses individuales y establecer estrategias didácticas a partir de una evaluación formativa.

¡Gracias a todos los maestros de la UGM, del ITM, del IPN y aquellos que han dedicado su tiempo, por hacer de los alumnos mejores personas, no solo en lo intelectual, si no en lo humano y lo social!

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